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Actualidad

Increíble rescate tras 23 horas en el mar

Un hombre ha sido salvado tras pasar 23,5 horas en el agua en alta mar frente a Whangamatā, utilizando el reflejo de su reloj de pulsera para llamar la atención de tres pescadores.

El hombre salió a pescar en solitario el 2 de enero de 2024 a bordo de su embarcación de 40 pies, con la intención de regresar al día siguiente.

Cerca de las islas Alderman, enganchó lo que sospecha que era un marlín, antes de caer por la borda a unas 30 millas náuticas (55 km) de la isla Norte.

Incapaz de alcanzar la embarcación que se alejaba de su alcance, intentó nadar hasta las islas Alderman, pero fue arrastrado por las corrientes.

Soportó una fría noche en el océano, demasiado agotado para seguir nadando.

Durante su estancia en el agua, incluso un tiburón se acercó a "olerlo", antes de marcharse.

Por increíble que parezca, hacia las dos de la tarde del miércoles, tres pescadores estaban en un barco cerca de la isla Mayor cuando observaron un reflejo inusual en el agua.

Decidieron investigar y descubrieron a un compañero de pesca que intentaba desesperadamente llamar su atención utilizando el reflejo del sol en su reloj.

El trío lo sacó del agua, alertó inmediatamente a la Policía y puso rumbo al puerto deportivo de Whangamatā.

Es un auténtico milagro que el pescador siga vivo después de esta terrible experiencia.

Sin las rápidas acciones de los tres caballeros que lo rescataron, sin duda esto habría tenido un desenlace trágico.

El hombre estaba hipotérmico y agotado cuando fue devuelto a tierra, donde le esperaba una ambulancia de San Juan para atenderle.

Los lancheros hicieron un trabajo absolutamente estelar y sin duda salvaron la vida de este hombre.

En una nota a la policía, el hombre dijo que quería dejar constancia de su agradecimiento a Mike, Tyler y James por rescatarle, así como a todos los servicios de emergencia implicados.

Se desconoce dónde ha ido a parar la embarcación del hombre.

Se ha comunicado al Centro de Coordinación de Salvamento la última dirección conocida, el combustible a bordo y la velocidad, para que puedan emitirse avisos de navegación.

Se pide a los navegantes que informen de cualquier avistamiento de embarcaciones vacías.

Pocas historias terminan como ésta, y la policía no puede agradecer lo suficiente al trío de ojos de lince que hizo la llamada para investigar algo que parecía fuera de lo común.

Puede que la embarcación haya desaparecido, pero el pescador sigue teniendo su reloj.